Contadores de historias generales

Para que una organización se ponga en movimiento a partir de su propósito, es conveniente que exista una visión. Una de las activida­des más complejas para el líder, es saber transmitir, comunicar y compartir el propósito y la visión. Debe ser capaz de generar compromiso y sentido de pertenencia, y eso puede conseguirlo a través de un relato, es decir contando historias. Son historias con estructura, son llamados a la acción.

Como dicen los autores del libro Funky Business, Jonas Ridderstrale y Kjell Nordstrom: «Los verdaderos directores generales son contadores de histo­rias generales. Proporcionan el enfoque, la inspiración y el sentido que la empresa necesita (…). Las metáforas y el lenguaje tienen una fuerza asombrosa. Las historias tienen la capacidad de con­vertir una abstracción en un pensamiento que luego se materializa en una realidad física. De hecho, el lenguaje es el que da forma al mundo en que vivimos.»

Por su parte, Reinhard Friedmann, autor del libro Arte y ges­tión, una poética para el gerente del tercer milenio, nos señala: «el contar historias es exactamente la tarea que se recomienda a los gerentes de nuestros tiempos. En vez de ser comandantes, deben ser narradores de historias». Los líderes pueden contar historias que moti­ven a emprender viajes y a vivir aventuras.

El escritor chileno Rafael Gumucio lo expresó en una Columna de El Mercurio, de la siguiente forma: “Los empleadores, los jefes de cualquier orden, saben que es justamente el relato, la manera de contar y descifrar un cuento, lo que los ha puesto en ese lugar.”

Cada persona tiene una historia que contar y conocer la propia, es parte del comprenderse a sí mismo. Las historias deben ser auténticas, coherentes y deben apuntar a lo central del mensaje que se quiere entregar, donde la experiencia es la materia prima de su construcción. El uso de metáforas y analogías, pueden despertar la imaginación y provocar la iluminación. Hacer referencia a poemas, novelas o películas, también pueden provocar emociones y movilizar para la acción o la reflexión. La palabra tiene un poder transformador. El lenguaje es generativo y hay declaraciones que pueden cambiar el mundo.

Como un ejemplo de historia contada a través de la poesía, Raúl Zurita nos entrega este poema de inspiración ecologista, titulado «La filarmónica de las aguas». Un buen lugar para acercarse a la atención plena, dejar en silencio la mente y permitir la apertura hacia algo nuevo que puede emerger:

 

Llegaron entonces los ríos del

sueño, cielo y vientos primero, los de la

vida después. En notas empezaron a hablar

entre ellos, en silencios las cosas de

la intimidad, en pausas las del entendimiento

y en acordes todo. Así fue el encuentro,

la comprensión, el sonido. Fue mente, opus

y música su llegada, y cuando rompieron

planeando sobre las cordilleras, se vio

el comienzo y el acabo al mismo tiempo.

 

Contar una historia puede facilitar la creación de una intención común, abrir las mentes a una nueva realidad y movilizar a otros hacia un objetivo por compartir, o iniciar caminos hacia la innovación. Cuando la belleza de una historia se pone en movimiento, los sueños se empiezan a transformar en realidad.

 

Ricardo Nanjari

Abril 2021

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