26 de marzo de 2023

La Riqueza de las Generaciones

26 de marzo de 2023

En los últimos años, como nunca se comenta sobre las diferentes generaciones etarias, reconociendo algunas de sus luces y algunas de sus sombras y por qué no decirlo, expresando algunas opiniones a veces caricaturescas que huelen a prejuicios, tanto para unas como para otras, y que lamentablemente algunas personas terminan considerándolas como características reales.

Cuando en la era del conocimiento y de la tecnología digital conviven en el mundo del trabajo varias generaciones etarias, sorprende que -aunque se opine bastante sobre ellas-  aparentemente solo se vea “la punta del iceberg”. Dado que sobre esta materia se conversa desde la superficie, se profundiza escasamente,  se reflexiona poco y se comparte menos sobre las acciones necesarias de realizar para tener una real interconectividad de la diversidad etaria en pro de la integración social. 

Este apasionante tema invita a recordar como la RAE define a las generaciones etarias:

Conjunto de todos los seres vivientes coetáneos” –  “Conjunto de personas que por haber nacido en fechas próximas y recibido educación e influjos culturales y sociales semejantes, se comportan de manera afín o comparable en algunos sentidos”

De estos conceptos, se coligen importantes elementos presentes en las generaciones etarias, como se señala a continuación.

El pertenecer a una generación predispone a una manera de pensar, de actuar,  de interpretar y de valorar la realidad. El compartir ciertas costumbres, ciertos rasgos culturales y cierta ética lleva a  tener una memoria colectiva que integra a las personas en un rango de tiempo.

Así, se configura una mentalidad generacional y una personalidad generacional conceptos definidos por Paula  Molinari, Presidenta y fundadora de la prestigiosa Consultora Whalecom, en su libro Turbulencia Generacional.

  • Mentalidad generacional: “el conjunto de actitudes, valores y estilos compartidos por un grupo como resultado de una historia común”.
  • Personalidad generacional: “la forma en que una generación interpreta al mundo”, “se refiere a los comportamientos a los que la mentalidad da lugar.”

Paula Molinari precisa que “estas mentalidades no son estáticas, sino que evolucionan y se concatenan. Por un lado, cada generación tiene su mentalidad propia. Por el otro, una misma generación va cambiando su forma de pensar a lo largo de su vida. Como las personas, las generaciones se desarrollan, maduran y se transforman.

Interesante alcance que invita al permanente desarrollo personal, a vivir “vigentes”, a aprender unos de otros, a compartir conocimientos y  a la colaboración, junto con abandonar todas las creencias innecesarias, los modelos mentales competitivos del pasado y las conductas caducas.

Las generaciones poseen toda una riqueza etaria porque cada generación tiene sus talentos y  tiene sus entelequias, como más adelante mencionaremos.

Con todo, considerando lo señalado en el párrafo inicial  de este artículo, cabe la pregunta:

¿Por qué ahora se considera más importante este tema, si siempre han convivido diferentes generaciones?

Primero: porque nunca han convivido tantas generaciones a  la vez, la extensión de la longevidad permite la presencia de más generaciones;  por otra parte, se está acortando la cantidad de  años que comprende una generación, porque los cambios sociales, económicos y de todo tipo influyen en que haya recambios generacionales en períodos más breves que antaño.

Por lo tanto, hoy se convive con seis generaciones, todas con sus particularidades y sus diferencias y cada una con la riqueza de sus talentos.

Observación: No hay exactitud por parte de demógrafos e investigadores para catalogar a la población según su año de nacimiento, por eso varían los años que engloban a las generaciones. También podría depender de hechos importantes vividos en los  países de origen.

En el mundo del trabajo, cinco generaciones están presentes o podrían estarlo  ¡Lo que no es poco! 

Segundo: nunca como ahora  las empresas/organizaciones  relevan la importancia de crear un gran valor estratégico con el talento. Así, la presencia de tantas generaciones representa una gran diversidad  de talentos y también una diversidad de entelequias, porque cada una tiene lo propio. Lo importante es potenciar tanta riqueza  integrándola y compartiéndola.

Cabe recordar ese dicho antiguo que las mamás repetían a sus pequeños/as al enseñarles hábitos de aseo personal: “una mano lava a la otra y las dos juntas lavan la cara”. Junto con ello, también formaban a sus hijos/as sobre los valores de la solidaridad y de la colaboración.

¿Cuáles son las entelequias generacionales?

Alberto Franichevic y Eugenio A. Marchiori, especialistas  en Generaciones Etarias,  señalan que cada grupo generacional edifica “una entelequia propia”, construye sus “propios universos simbólicos de  sentido”, que  puede ser interpretada como una suerte de Misión o Ideal, denotando un Espíritu  que caracteriza a una  generación.

Observación: aún pendiente de determinar la entelequia de los Z .

Imaginemos los efectos en una organización si existiera una sola entelequia generacional y los talentos de una sola generación.

De ahí que resulta incomprensible que en algunos procesos de reclutamiento se observe cierto edadismo –como últimamente se reclama en LinkedIn- esa discriminación negativa por edad  que recientemente está siendo denunciada hasta por la OMS.

Tercero: si bien estas cinco generaciones producen en las empresas/organizaciones  mucha energía,  también generan roces o fricciones necesarios de resolver.

Cuántas veces en las empresas/organizaciones  se escuchan opiniones espontáneas, sin ánimo de ofensa, de una generación respecto a otras, que van “sin querer queriendo” alimentando falsas imágenes que a la larga contribuyen a debilitar la integración y la colaboración en los equipos de trabajo.

Algunas de ellas: “son tan fríos”, “se emocionan solo con los números y las metas en dinero”, “los jóvenes no quieren permanecer”, “todavía no llegan cuando ya se van”, “solo son buenos con la tecnología”, “viven en el pasado”, “no me explico por qué se quedan en la oficina hasta muy tarde”,  “son tan arrogantes”, “tienen otros valores”, “no nos entendemos”, “nos contactamos solo lo justo y necesario, porque somos tan diferentes”, “se van a la hora, no trabajan un minuto más”, “ellos/as no se comprometen como nosotros”, “tengo muchos días de vacaciones pendientes”, “dicen lo que sienten”, “dejó el trabajo, porque se tomará un año sabático” y así se puede continuar con largos etcéteras.

Generalmente, aunque hay excepciones, la convivencia entre personas de una misma generación se ven facilitadas por “un compartir de época”, de gustos, de preferencias, de estilos relacionales entre muchos otros elementos de similitud.

En la convivencia intergeneracional no sucede de igual forma, porque esa interconexión no necesariamente surge de manera espontánea, hay que desarrollarla, en especial con la generación que le sigue, porque como sostuvo Karl Mannheim: dos generaciones sucesivas siempre combaten como oponentes diferentes, tanto hacia adentro como hacia afuera”.

Cuarto: la importancia que tiene para la cultura organizacional la presencia de las diferentes generaciones, porque todas juegan un rol importante en ella.

Es así como los colaboradores/as de las generaciones y BB son muy importantes en la transmisión de la Cultura Primaria, de ese primer nivel cultural de la empresa/organización que con sus muchos elementos hace tangible el espíritu de la cultura, diferenciándola de cualquiera otra organización, junto con  facilitar que  se transmita y permanezca.

Generalmente T- BB y X  transmiten hitos y hechos de la historia, se enorgullecen de los valores, de sus héroes y heroínas, de los logros, de sus ritos y rituales, de sus signos y símbolos organizacionales.  Muchos de ellos son también personajes de la red cultural, jugando el rol de narradores, de sacerdotes. También pueden ser personajes negativos: murmuradores, quejumbrosos y otros.

Los Y y Z aportan “lo nuevo”, conocimientos, tendencias, tecnología, nuevas formas de vivir los valores organizacionales, de celebrar, otros ritos y rituales.

Por lo tanto, es necesario que en la gestión del talento, la diversidad etaria sea una importante ventaja, porque el norte es crear un gran valor estratégico y eso pasa por convivir  armónicamente, conociendo cada colaborador/a las particularidades de su propia generación, conocer las de las otras generaciones  para aceptarlas,  aprender de cada una y colaborar juntas en pro del Propósito Organizacional.

La diversidad generacional  no solo enriquece a la empresa/organización con sus talentos, valores, experiencia, conductas, nuevos conocimientos, también le permite mantenerse joven con madurez, para ser, como dice la canción: una “amalgama perfecta entre experiencia y juventud”.

Finalmente, cabe preguntarse: ¿Qué acciones realizar para convivir en la empresa/organización con una efectiva conexión intergeneracional, en un ambiente laboral sano, enriquecedor,  creando valor estratégico y para fidelizar a todas las generaciones?

Ana María Fajardo
Consultora en Gestión de Personas y Desarrollo Organizacional
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