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El 82% de las organizaciones participantes considera que los conflictos que se presentan entre los colaboradores se deben a la falta de manejo emocional.

 

Investigación

Realizado con más de 120 or ganizaciones de varios sectores y liderada por la multilatina THT-Expertos en predecir el comportamiento humano, el estudio determinó que el 97% de las compañías en Latinoamérica considera que la inteligencia emocional puede afectar de manera notable el desempeño de las personas en la organización. 

 

Otra de las conclusiones que llaman la atención es el hecho de que las organizaciones participantes afirman que el 82% de los conflictos que se presentan entre los colaboradores se debe a la falta de manejo emocional.

 

Adicionalmente, el área de psicometría de THT, encargada de la medición de los procesos psicológicos, habilidades, conocimientos, actitudes, capacidades mentales y rasgos de la personalidad de los trabajadores, realizó un informe en el que tuvo en cuenta la participación de 610 personas de diferentes ciudades, la cual concluyó que las personas determinantes tienen mayor conciencia de sus emociones y las personas influyentes presentan mayor gestión de las emociones de otras personas, para lograrlo se hizo una medición de la Inteligencia Emocional con una prueba psicológica específica para este tema y sus características de comportamiento con la prueba DISC (ambas pruebas de propiedad de THT).

 

Descubrimientos

 

Se encontró que la inteligencia intrapersonal (conciencia de sus propias emociones) y sus dimensiones internas como, autoconocimiento, autovaloración y autogestión; presenta una correlación con un 99% de confianza con el perfil rojo (personas racionales y activas) es decir, que las personas determinantes, caracterizadas por buscar el control, ser directas, pragmáticas y exigentes dentro del mundo laboral, desarrollan más  la habilidad de percibir, reconocer, comprender  y nominar con precisión  los estados emocionales experimentados, además de entender los efectos que pueden tener sus pensamientos  y comportamientos propios; reconocen y valoran sus estados emocionales a fin de entender lo positivo y valioso de ellos, para así tomar decisiones y guiar su conducta.

 

Por otra parte, la inteligencia interpersonal (conciencia de las emociones de los demás) y sus dimensiones de conocimiento del otro, valoración del otro y gestión del otro se encuentra una correlación con 95% de confianza con el perfil amarillo (personas Activas y Emotivas) es decir, trabajadores que se caracterizan por buscar el reconocimiento de otros, ser sociales, optimistas y carismáticos. Relación que lleva a concluir que las personas de este perfil cuentan con la capacidad de reconocer y diferenciar las emociones expresadas por otras personas y así mismo inferir sus necesidades o motivaciones, lo que podría ser un punto importante en procesos de conciliación y resolución de conflictos; tienen la posibilidad de actuar con empatía, colaborar con los demás comprendiendo sus necesidades e intereses, y haciendo más efectivo el trabajo en equipo.

 

Inteligencia emocional

 

Es un concepto muy frecuente dentro de diferentes contextos, sin embargo, tal parece que las organizaciones se interesan no solo por contratar personal que sea inteligente emocionalmente si no también en promover estrategias que lleven a sus empleados a saber gestionar sus propias emociones y las de otros; pues las emociones son fundamentales en el desarrollo de otras habilidades relacionadas con el trabajo.

 

Los hallazgos obtenidos por THT llevan a pensar en qué personas son las adecuadas en las organizaciones y la importancia de gestionar las emociones en el mundo laboral.

 

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