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A estas alturas del campeonato, hemos podido notar que fidelizar los talentos en una organización no es sólo labor y responsabilidad de las llamadas áreas de recursos humanos y/o gestión de personas. Constituye más bien una responsabilidad compartida de quien colabore, lidere, haga parte o incluso, sólo participe de un equipo.

En esta categoría, también caben los científicos. Porque sí, este artículo ha sido adaptado especialmente para estos profesionales.

 

¿La razón? Desde hace algún tiempo hemos observado que las competencias más blandas y/o relacionales no son tan desarrolladas ni observadas en las mallas curriculares al formar a estos y mucho otros profesionales más “científicos”, sino que más bien quedan a la suerte de competencias sociales heredadas o aprendidas en la escuela de la vida.

 

En múltiples conversaciones que hemos tenido, surgen comentarios del tipo: “es muy competente a nivel profesional, pero prácticamente no tiene desarrolladas las habilidades socioemocionales y hoy, más que nunca, se tornan fundamentales.

 

¿Qué sacamos con ser los mejores, si no podremos compartir con nuestros pares en ambientes extracurriculares? Ya sea porque no nos interesa, no queremos, no aprendimos, etc. Todavía hay quienes creen que pueden ponerse una especie de uniforme o máscara al entrar en una organización y no vincularse social y emocionalmente. Esas personas son las que ocupan frases como: “Al trabajo voy a trabajar, no a hacer amistades”, o “Los problemas de la casa, se quedan en la casa”.

 

¡Eso no es posible! (afortunadamente)

 

¿Qué tendrá que ver esto con el asunto de este artículo? Principalmente, se trata de una provocación a tomar un rol activo en la importante de la socialización en entornos laborales, asumiendo que cada uno puede ser protagonista de importantes y determinantes historias.

 

A continuación, les compartiremos algunas estrategias e ideas para fidelizar los talentos con quienes nos rodeamos.

 

No existe una unívoca «solución» o una varita mágica para la fidelizar los talentos.

 

Como señalábamos, algunos gerentes siguen creyendo que el trabajo y vida personal no se mezclan. Sin embargo, esta fórmula se torna cada vez más compleja. Una consecuencia de la pandemia fue que el trabajo entró en nuestros hogares, en el corazón de nuestros quehaceres y sentires diarios.

 

Desde esta perspectiva, es super razonable que hoy muchos ejecutivos prefieran permanecer en los trabajos que les ofrezcan posibilidades de mejorar su calidad de vida. Especialmente, si además sienten que pueden crecer profesionalmente.

1ra idea: Diseñar un buen proceso de onboarding

El onboarding es una práctica que busca acelerar la incorporación del capital humano a la organización. Está centrado en la orientación de los nuevos colaboradores a fin de ayudarles a adaptarse y adentrarlos al 100% a la cultura empresarial. Un proceso de esta naturaleza, bien diseñado logra que las personas se sientan bienvenidas. Podrán sentir que trabajan con personas competentes, preocupados por ellos. Si todo va bien – si hay match- contribuirá para que, quienes se incorporan, puedan hacer las preguntas necesarias y así reducir la curva de aprendizaje de su nuevo puesto de trabajo.

¿Alguna vez te pasó que durante el primer día de tu nuevo trabajo supiste inmediatamente, que no era el lugar para ti? O peor aún, ¿Estuviste en un trabajo dónde a los 2 meses, seguías sintiéndote fuera de lugar y sin entender qué tenías qué hacer?

Probablemente, el proceso de onboarding, si es que tuviste, no fue del todo exitoso.

2da idea: Atención en la comunicación

Cualquiera sea el tipo de relación, es importante poner atención tanto en lo que se dice como en lo que no. La comunicación es el motor para que tu equipo funcione efectiva y asertivamente. Permite a los compañeros colaborar, reducir los problemas de trabajo y evitar los conflictos que surgen de las diferencias.

Invertir tiempo y energía en desarrollar las habilidades de comunicación puede contribuir, en gran medida, a prevenir los problemas que conducen a una alta rotación.

3ra idea: Retroalimentar, por favor

Para saber cómo van las cosas en tu trabajo, simplemente pregunta. ¿Simplemente?

En lo posible, debes hacerlo fácil para que tu equipo te ofrezca una retroalimentación honesta y sincera. Demuestra que valoras las opiniones, escuchándolos. 

Implementa, en la medida de tus posibilidades, siempre que puedas las sugerencias recibidas. Esto genera confianza y fomenta un sentido de pertenencia.

4ta idea: El bienestar es prioridad

Invertir en el bienestar de las personas, permite disminuir el agotamiento y mejorar la moral. Este enfoque no es sólo excelente para los equipos, sino también es excelente para la organización. Los líderes modernos saben que centrarse en el bienestar les ayuda a cuidarse a sí mismos y a liderar mejor a sus equipos.

MUY IMPORTANTE: Los programas de bienestar son un complemento valioso, pero NO reemplazan descansos y vacaciones. Por ejemplo, asegúrate que el equipo trabaje de manera cómoda y eficiente desde casa. Fomenta la importancia de tomarse un tiempo libre para cuidar la salud física y mental.

5ta idea: Proporcionar autonomía y elección

Muestra que confías en tu equipo dejándolos trabajar de la manera que mejor les acomode. Por ejemplo, trabajo remoto, programación flexible o animar a diferentes personas a tomar la iniciativa en nuevos proyectos. Esto genera confianza, moral y grandes habilidades de liderazgo.

6ta idea: Ser amable

Si hay algo que hemos podido aprender de la pandemia es que el bienestar de las personas es inseparable de la productividad. Trata bien a tu gente. Recuerda que tienen días buenos y días malos, y que eso no hace la diferencia entre los buenos y los malos colaboradores.

“Todo el mundo tiene potencial, y las personas desarrollan ese potencial cuando se sienten apoyadas y seguras. Si proporcionas ese entorno, será mucho más probable que se queden.”

7ma idea: Invertir en la persona desde una perspectiva integral

Los beneficios ayudan a cuidar de la persona y su familia, pero también puedes apoyarlos de otras maneras. También es importante, la capacitación, formación y educación continua y nuevas oportunidades de aprendizaje.

Por: María Ester Calvo, Directora Comercial Switch Mind.

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