12 características de un buen líder

Muchos piensan que el liderazgo se limita a tener personas a cargo, o tener una posición de jefatura. Pero esto está muy alejado de la realidad. Sigue leyendo y entenderás por qué .

Nadie nace siendo líder ni tampoco se hace, se decide serlo. Las experiencias vividas y el tiempo nos pueden llevar a querer convertirnos en uno. Es un largo proceso de continuo aprendizaje que nunca termina y debemos ir trabajando y mejorando con el tiempo.

Antes tenemos que definir esencialmente:

¿Qué es el liderazgo?

Hay tantas definiciones para liderazgo, que decidimos transformarlas y hacer la nuestra:

El liderazgo es el proceso de influir audazmente en las personas para que vayan más allá de su zona de confort y hacia el logro de un objetivo en común.

Pero como somos curiosos, quisimos ir aún más allá, observando grandes líderes en distintas áreas, industrias y empresas queríamos determinar ¿Qué es lo que se requiere para ser un buen líder? ¿Qué caracteriza a uno?

A continuación, te contamos las 12 características que debe tener un buen líder para ser exitoso en cualquier situación.

  1. Tiene conciencia de sí mismo

Un buen líder conoce sus fortalezas y debilidades, sabe lo que hace bien, sabe en dónde tiene oportunidades de mejora, entiende cuáles son sus valores y cuál es su propósito.

Aprender a ser consciente de uno mismo no es tarea fácil, pero puede ayudarte a convertirte en mucho más que un buen líder. Una de las mejores prácticas para desarrollar esto es realizar una retrospección sobre ti mismo y tus acciones, cómo estas afectan a los demás y qué hacer para mejorar cada día.

  1. Tiene una visión estratégica

Tener un pie en el futuro, es crucial para un buen liderazgo, un buen líder debe ser capaz de ver más allá del corto plazo y de su presente. Además, es capaz de expresar su visión a la organización y motivar a otros en torno a esta visión.

Alienta a los colaboradores a probar cosas nuevas y asumir riesgos calculados. Los involucra y comparte su poder en la planificación y la toma de decisiones, crea un entorno en el que otros se sienten dueños de los resultados y se sienten cómodos para tomar medidas para lograr los resultados deseados.

Al final del día, un líder con visión estratégica, piensa y actúa estratégicamente utilizando las tendencias actuales y la información para proyectar los resultados futuros y hacer avanzar su organización.

  1. Es audaz

Los líderes audaces siempre destacan frente a otros, pues son seguros de sí mismos, valientes y están orientados al logro de los objetivos.

Inspiran el crecimiento, la superación y el movimiento de ellos mismos y de quienes les rodean. Son aquellos que saben cómo enfrentar situaciones incómodas y situaciones de conflicto . Nos ayudan a saber qué es lo que tenemos que hacer al respecto y más importante, lo que tenemos que dejar de hacer.

  1. Es buen comunicador

Siempre decimos que la comunicación es esencial, en la organización, en tu vida personal. Comunicar más y mejor.

¿Entonces cómo es esto diferente con un líder?

Porque un buen líder entiende que no todos escuchan el mensaje de una misma manera, por lo que busca distintas vías para que su mensaje llegue a todos. Al comunicarse lo hace con pasión y perseverancia, se cuestiona las cosas y saca de la caja a sus colaboradores.

Un líder que se comunica bien conoce las limitaciones y el potencial de cada colaborador, por lo que estará sin duda al frente de un equipo que ofrecerá mejores resultados.

Pueden captar los matices del lenguaje hablado y del lenguaje corporal. Cuando escuchan atentamente pueden percibir, al combinar el tono de voz y el lenguaje corporal de un colaborador, signos de frustración o estrés que sus palabras no están expresando.

Además, también entiende que muchas veces sólo hay que escuchar, de esta forma logra comprender y hacer las preguntas correctas en los momentos correctos para ayudar a su equipo.

  1. Es influyente

Es capaz de inspirar y motivar a las personas, las anima a ir más allá, sabe cómo impulsar a realizar tareas que muchas veces pensamos imposibles de lograr, brindando la confianza necesaria, particularmente cuando la situación se pone “difícil”.

No sólo se comprometen con un proyecto, sino también con las personas que trabajan con ellos en ese proyecto. Cuando todos ven que el líder se esfuerza tanto como ellos para lograr una meta, se comprometen aún más con el trabajo.

Comprenden la importancia de la mejora continua personal y profesional por eso siempre buscan activamente nuevas ideas a través de diversas fuentes.

  1. Tiene integridad

La confianza influye en el desempeño de un equipo, es la base de todo, y un buen líder se ocupa en construir esta confianza. Ser auténtico y actuar de acuerdo con sus valores, es esencial para inspirar en los demás.

Algo clave es que su palabra vale oro, cuando hace una promesa o se compromete, lo cumple. Respeta el tiempo de los demás, es justo y reconoce el trabajo de todos.

Cuando un líder actúa con integridad, la gente lo percibe como una persona confiable, haciéndose predecible y los demás saben qué esperar de él, eliminando cualquier tipo de incertidumbre o inseguridad.

  1. Es humilde

El camino hacia un liderazgo de alta calidad se construye con humildad y no con orgullo. Un buen líder demuestra y asume la responsabilidad cuando es encesario. Por otro lado, dan el crédito a los demás siempre que corresponde. Tienen una mentalidad que da prioridad al equipo, y siempre buscan la forma de apoyarlo y sacar el máximo provecho de él.

Sabe cuándo y cómo pedir ayuda y es capaz de asumir que también comete errores y pide perdón. Además, en vez de demostrar autoridad y control, busca formas de delegar y dar a los demás la oportunidad de liderar y alcanzar su potencial. Aman el trabajo en equipo y siempre buscan formas de ayudar a quien lo necesite.

  1. Tiene empatía

Un líder empático tiene interés genuino en las vidas, los retos y en los sentimientos de sus colaboradores. Interactúa con todos haciéndoles sentir valorados y respetados por quienes son a nivel personal y profesional.

Reconoce, predice y entiende cómo satisfacer las necesidades emocionales de sus colaboradores construyendo una buena relación. Tiene excelentes habilidades de comunicación y de escucha activa mientras aprende sobre las experiencias y comportamientos de los miembros de su equipo.

  1. Sabe delegar

El desafío principal para cualquier líder es encontrar a la persona adecuada para cada trabajo. Implica conocer y aprovechar todos los puntos fuertes de tu equipo para cumplir objetivos. Para lograrlo tiene que invertir mucho tiempo en conocer en detalle los puntos fuertes, la motivación y las áreas de mejora de cada integrante del equipo.

Un líder que sabe delegar obtiene resultados más allá de los esperados ya que no lleva la carga solo, sino que se apoya en su equipo. Ve oportunidades para que los demás utilicen sus alas y aprendan algo nuevo o ejecuten un proyecto. Fomenta el compartir conocimientos y experiencias para ayudarse mutuamente.

  1. Es curioso

La curiosidad es esencial para nuestro crecimiento y desarrollo profesional y personal. Y no es la excepción en el liderazgo. Un líder tiene que probar nuevas ideas, cuestionar el status quo. Habla sobre los libros que está leyendo y/o de que está aprendiendo algo nuevo.

Siempre está compartiendo sobre lo que hace y está haciendo preguntas constantemente. De esta forma, su equipo responderá igual porque se sentirá inspirado a imitarlo, influyendo directamente en el apetito de curiosidad del equipo.

  1. Desarrolla a su gente

Un buen líder es un coach, no un gestor, desarrolla su gente. Está orientado al crecimiento constante de su equipo de la misma manera que está orientado a su propio crecimiento y desarrollo.

Invierte tiempo, enseña, comparte, hace preguntas poderosas y desafía a las personas que den lo mejor de sí. El resultado del buen liderazgo es que su gente continúe creciendo, desarrollándose.

  1. Es seguro de sí mismo

Un líder que es seguro de sí mismo es aquel que tiene confianza en sí, siempre es firme respecto a lo que tiene que decir y confía mucho en sus conocimientos. Proyecta una imagen de autocuidado y trabajo en sí mismo, pues aprovecha sus habilidades y siempre está buscando cómo mejorarlas.

Sin embargo, esto no significa que tenga las respuestas a todas las preguntas, sino que  sabe demostrar con seguridad que muchas veces no las tiene, no sabe cómo hacer las cosas y pide con determinación ayuda.

Un buen líder debe ser capaz de desarrollar todas estas habilidades para cumplir con la esencia del liderazgo.

Claro, hay muchas otras características que puede tener un líder para ser exitoso, pero para nosotros, creemos que estas son muy importantes para que, a largo plazo, un líder prospere y se convierta en un gran líder.

28/03/2023

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